La manera en la que se transmite un mensaje de marca es fundamental para impactar a los clientes. Tipografías, colores, tamaños, pero también los son los pequeños detalles como jugar con diferentes acabados especiales, ya que aportan fuerza, diferenciación y presencia a tus diseños.
De igual forma con la encuadernación, todos hemos tenido libros, revistas, catálogos en nuestras manos que nos han llamado la atención por su portada y la manera en la que está encuadernado. Eso dice mucho de la calidad y da una idea de la valía que puede tener el producto.
Es por eso que vamos a hablar de los diferentes acabados y encuadernaciones que existen en imprenta, para ello primero vamos a definir lo que son los acabados de impresión.
Los acabados de impresión son una serie de técnicas que se utilizan al finalizar el proceso de producción de cualquier material impreso y que tienen la finalidad de darle un valor añadido. Este conjunto de técnicas permite que se trabaje con el tipo de textura, brillo, contrastes y la forma, llegando incluso a alterarla si es necesario. La aplicación de una de estas técnicas puede convertir una impresión corriente en algo mucho más valioso.
Veamos los acabados especiales que más se utilizan para dar ese punto diferenciador a un trabajo impreso y además son los más relevantes en el mercado:
TROQUELADOS
La función del troquelado es que mediante un cuño se corta una sección específica del diseño. Esto se realiza con fines decorativos para modificar la forma o añadir un corte en el diseño mediante el cual el usuario pueda ver el interior del producto.
STAMPING
En este tipo de impresión se desempeña a través del calor el equilibrio entre la temperatura adecuada, la fuerza del cliché, el tipo de papel y las propiedades de la lámina utilizada. Esta lámina es una fina película de poliéster con una pigmentación de alta resolución transferible por medio de altas temperaturas. Es fundamental que se separe de su hoja de protección sin ningún problema para garantizar la calidad del acabado.
GOLPE EN SECO
Se trata de un diseño estampado sobre un soporte con tinta que da lugar a una superficie tridimensional o con textura llamada relieve. Se suele utilizar papel de mayor grosor en este tiempo de acabado.
Los tipos de relieves que existen son básicos, ciegos, grabados en seco y grabados en seco ciegos.
Un relieve básico se realiza con tinta, con una lámina o sobre una imagen en relieve.
Un relieve ciego es una impresión sin tinta y sin lámina sobre una imagen en relieve.
Un grabado en seco es una impresión hundida con tinta o con una lámina sobre una imagen en grabado en seco.
Un grabado en seco ciego es el mismo caso anterior, pero sin tinta y sin lámina sobre una imagen en grabado en seco.
RESERVA UVI
Este tipo se realiza mediante un proceso químico, con un secado especial y proporciona una textura en relieve brillante. Se aplica tras el plastificado completamente transparente y normalmente se realiza sobre una zona concreta de impresión para conseguir diferentes efectos, destacando una información sobre el resto.
También se utiliza en el diseño de packaging, ya que es un acabado que capta mucho la atención de los clientes, dando así muchas más variables a la hora de crear un diseño. El ejemplo que más destaca este tipo de acabado es el contraste de una capa de UVI sobre una base o fondo negro mate.
SERIGRAFÍA
El siguiente es un método de impresión que da la posibilidad de reproducir una imagen sobre diferentes tipos de material conservando su calidad pese a las repeticiones que se puedan hacer del estampado.
Se lleva a cabo con la transferencia de tinta por medio de una malla que se encuentra tensada en un marco, a su vez en aquellas zonas que no se puede estampar un barniz bloquea el paso de la tinta y en el resto del dibujo se ejerce presión sobre la malla tensada para que imprímala superficie que quiere estampar.
TINTA LUMINISCENTE
Este tipo de acabado se compone de tintas flúor sobre base negra. Una vez aplicada la serigrafía, se carga de luz y proyecta en la oscuridad. La más común es de un color blanco y proyecta verde en la oscuridad.
Las tintas flúor permiten proyectar luz en la oscuridad y dar ambiente a un lugar, hay en amarillo, naranja, magenta y verde.
Por lo que respecta a la encuadernación, es una tarea que sigue siendo imprescindible pese a la era digital y la aparición de los e-readers. Existen diferentes tipos de los que hablaremos a continuación:
FOLLETOS PLEGADOS
Para este es imprescindible a la hora de diseñar o imprimir, valorar con antelación el tipo de plegado en papel que se va a utilizar. Existen varias modalidades, cada una de ellas con sus características e impresión:
- Flyer: Cuentan sólo de una hoja sin plegar, que puede estar impresa a una o dos caras. Es el folleto más básico y se suele utilizar para campañas publicitarias o informativas.
- Díptico: Folletos plegados por la mitad normalmente en 4 páginas.
- Tríptico: Folletos plegados en 6 páginas.
- Cuadríptico: Folletos plegados en 8 páginas.
ENCUADERNACIÓN RÚSTICA
Se conoce más como encuadernación de tapa blanda, y consiste en que el libro, cosido o encolado, está forrado con una cubierta de papel o cartón, que por lo general es fuerte y encolada al lomo.
Dentro de este tipo encontramos tres formas:
- Rústica fresada: Con las hojas que forman el libro o revista alzadas en orden, se hace un taco. A continuación se fresa el lomo, se encola y se pega la cubierta. Este tipo de encuadernación es la más barata, ya que de normal se utiliza en productos que no van tener una duración prolongada y además poca utilidad.
- Rústica pur: En este caso se sigue el mismo procedimiento que en el anterior pero utilizando otro tipo de cola. Se busca mayor densidad y resistencia para que las hojas queden sujetas con más firmeza, consiguiendo así que la encuadernación dure el mayor tiempo posible. Tiene la consistencia de la rústica cosida.
- Rústica cosida: Los pliegos se coses y se unen entre sí en bloque según las páginas del libro o revista. A continuación se aplica cola caliente para unirlos junto a la portada. Esta forma encuaderna de una manera más resistente y de mayor calidad.
ENCUADERNACIÓN DE TAPA DURA
En este caso, las hojas que forman la base del libro se cubren con una tapa de cartón rígido de 2 o 3 mm de grosor. El cartón suele estar recubierto con un papel o tela sobre la que se imprime el título y el diseño de la portada.
Esta forma de encuadernar dota de apariencia, solidez, y resistencia al libro. A su vez, también es el sistema más costoso, ya que utiliza un mayor número de materiales y el proceso de manipulación implica más etapas y mayor complejidad.
Cuando se trata de una edición de lujo, los libros pueden ir forrados en tela o piel (natural o sintética) y se decoran con grabados, dorados, refuerzos y más. Si se trata de una edición más económica se utilizan papeles texturizados o papeles impresos para recubrir el cartón de la portada.
ENCUADERNACIÓN GRAPA, ESPIRAL Y WIRE-O
La encuadernación grapa se utiliza en cuadernillos, periódicos, cómics o revistas. Con el contenido del libro se agrupan dípticos y se grapan en la parte central, utilizando dos grapas normalmente. A la hora de escoger este tipo de encuadernación hay que valorar el grosor de la hoja.
Por lo que se refiere a la encuadernación espiral, es un método que consiste en aplicar un plástico o alambre en forma de espiral en uno de los laterales del libro. A lo largo de los años se han ido desarrollando plásticos más resistentes que han permitido que la espiral no se deforme al usar el producto.
Y por último, la encuadernación wire-o, por la que a través de un alambre que utiliza dos lazos de sujeción de hilo de metal o plástico grueso, se unen hojas. Es bastante parecido a la espiral, pero la diferencia es que en esta se utiliza alambre doble, lo que aporta a la encuadernación más resistencia y un acabado visualmente más estético.
Ahora ya sabes cuales son los diferentes tipos de acabados y de encuadernación que existen. Valora cual es el que mejor se ajusta a tus necesidades y consigue un diseño estético, resistente y llamativo.